La importancia de las emociones en la publicidad

La variedad de consumidores existentes en la sociedad actual, la diversidad de sus hábitos de consumo, así como la saturada oferta de productos que encontramos en el mercado, hacen que conectar con el público objetivo requiera de nuevos mecanismos y estrategias por parte de los publicistas y especialistas en Marketing. Es por eso que debemos ser conscientes de la importancia de las emociones en la publicidad. Podemos observar como los esfuerzos de las marcas ya no se centran únicamente en vender atributos de sus productos, sino en transmitir emociones. Un vínculo gracias al cual poder generar relaciones comerciales más sólidas y duraderas.

 

Los motivos de compra están cada vez más determinados por criterios emocionales que por los atributos implícitos al propio producto o servicio. Es decir, se pretende generar experiencias en lugar de destacar características. De esta forma, observamos como ya no se promocionan gimnasios, sino salud. Del mismo modo, tampoco se anuncian zapatos, sino pies elegantes y bonitos. De no ser así, la propuesta de valor que hagamos del producto o servicio resultará efímera y de menor trascendencia para el público objetivo. Cuanto menos, se corre el riesgo de que su vínculo con la marca sea tan perecedero como lo sea el consumo del propio bien. Para ello, nos serviremos de muchos elementos como el mensaje, el propio diseño o las imágenes asociadas a él. Una combinación de factores que conseguirán despertar las emociones del consumidor y hacer que recuerde esa experiencia.

 

Algunas de estas sensaciones que enfatizan nuestro recuerdo y generan ese deseo de compra están asociadas a aquellas experiencias que nos aportan un sentimiento agradable como la seguridad, el afecto, el bienestar, el orgullo o la novedad. Así, a largo plazo, conseguiremos algo mucho más determinante que la venta en sí misma. Conseguiremos que el consumidor sienta empatía por la marca, la recuerde y hable de ella como algo propio; el llamado «sentimiento de pertenencia». En definitiva, debemos comunicar un mensaje y unos valores en los que el componente emocional esté muy presente. Esto hará que nuestra empresa tenga un gran valor diferencial con respecto a su competencia. En Zoco Estudio tenemos muy presente la importancia de todos los factores  que influyen en el proceso de decisión de compra y así poder asesorar a nuestros clientes.

 

Como ejemplo de ello, esta magnífica escena de «Mad Men» protagonizada por Don Draper, director creativo de la agencia de publicidad «Sterling Cooper». En ella se recrea la presentación de la propuesta de nombre comercial de un proyector de diapositivas para Kodak en la que se pretende crear un vínculo emocional con el producto: la nostalgia. Como el mismo Don Draper afirma: «se puede atrapar al público a un nivel menos comercial si existe un vínculo emocional con el producto».

 

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